viernes, 29 de octubre de 2010

¿Estetica o relato?

La saga resident Evil no se caracteriza por involucrar profundos argumentos, personajes o tramas secundarias pero hasta el día de hoy sus tres primeras partes mantenían un punto de vista particular sobre los videojuegos de Capcom creados por Shinji Mikami.
En el primer film, y con un escaso presupuesto, supo armar un buen film del llamado "cine de terror clase b" con sustos previsibles y una historia muy cercana al videojuego.

La segunda parte "Resident Evil: Apocalypsis" tomaba las escenas de acción del videojuego e introducía un personaje muy querido por los gamers, Jill Valentine.
La tercera parte, "Resident Evil 3: Extinction", fue dirigida por Rusell Mullcahy ("Highlander"). El film era el más alejado a la historia original del videojuego pero su estética y argumento lo acercaban más a la trilogía "Mad Max".
La cuarta parte de la saga; "Resident Evil 3D: Afterlife", vuelve a ser dirigida por Paul W. S. Anderson; director de los primeros dos films; y es increible como es pos del sensacionalismo y la recaudación el autor hace de una historia sencilla, un film meramente incoherente.
La historia es una continuación de las primeras tres partes, pero en esta ocacion la poca profundidad que daría un poco de orientación a aquellos que no son seguidores de la saga del videojuego, se ve atestada por la infinidad de escenas de acción en cámara lenta; que facilmente podrían sintetizarse en veinte minutos del film pero que en "beneficio" de la nueva tecnologia 3D y las famosas cámaras que utilizó Cameron, se extienden a más de una hora del film.
Parece increible como el montajista del film no tuvo la precaución de simplificar la cantidad de fundidos en negro mal ubicados. Incluso finalizando en un horrible fundido en blanco.
Alice, principial personaje de la saga, es una victima más del fin del mundo, y salvo los primeros diez minutos del film ha quedado muy atrás esa mujer que en los dos anteriores films tenía poco miedo de los no muertos y otras criaturas. Los demás personajes Claire y Cris Readfield, a parte de sus actuaciones vacias, no aportan nada al film.
En conclusión, Resident Evil se convirtió en una saga perdida en los efectos especiales; a mi gusto bastante deplorables, pensando que se publicitaba con la tecnología de "Avatar". Los personajes son parte del escenario y la quinta parte, ya anunciada del film, tendrá mucho que remontar si quiere continuar en la indutria; aunque en el mundo de las sagas interminables todo es posible.

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